¿Nos hemos vuelto idiotas?
Mirad dónde estamos: una sociedad que destruye el planeta donde vive, que deja morir a personas en el mar y otras de hambre y que extingue especies que han tardado milenios en desarrollarse. ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? ¿Quién toma las decisiones?
Ya los Romanos y Griegos tenían una democracia representativa como tenemos ahora, donde escogían representantes que eran quienes tomaban las decisiones. Parece que poco hemos avanzado en el tema de democracia y seguimos utilizando el mismo sistema que cuando los mensajes se enviaban en papel y una persona subida a caballo tardaba días en hacerlo llegar.
La palabra Política viene del griego Politikos, con raíz Polis que significa Ciudad, y significa lo «de la ciudadanía», lo que tiene que ver con la vida de la ciudad. Por otra parte, en la antigua Grecia, los intereses personales y privados eran llamados idiotikos, así que con el tiempo, las personas que anteponían sus intereses personales a los de ciudad eran llamados idiotikos o idiotas.
No sólo entiendo sino que comparto el desapego político de la ciudadanía. Si lo pensamos bien, podríamos decir que la política que tenemos se ha vuelto idiota, porque al final, tenemos unos partidos en los que los políticos son profesionales, hacen carrera personal y cada vez más defienden unos intereses privados.
Ahora, justo ahora, en un período de crisis, emergencia y colapso, es cuando es más necesario tomar las decisiones acertadas, las más sabias, desde el consenso y desde la participación.
Hay que activar a la gente haciéndola partícipe de la política, desde abajo, desde asambleas semanales, desde la toma de decisiones entre, con y para todos y todas.
La ciudadanía debemos poder participar de las decisiones importantes, no sólo en un 1% del presupuesto en un proceso llamado participativo, compitiendo por unas migajas. ¿Me estais diciendo que sólo podemos participar votando cada cuatro años como ya hacían los Romanos y los Griegos?
Las Candidaturas de Unidad Popular (CU) venimos de los movimientos sociales que trabajan día a día, somos personas politizadas en el sentido real de la palabra política: del pueblo y para el pueblo. Ya lo decía Bertolt Brecht hace casi un siglo, que el peor analfabeto es el analfabeto político, porque es desde la política que se toman las decisiones que nos afectan a todos. Y este mecanismo de toma de decisiones no puede estar secuestrado en manos de unos pocos a los que votamos cada cuatro años. Debemos madurar este sistema de participación arcaico y rígido, politizar nuestra sociedad y hacer accesible a todo el mundo la oportunidad de hacer frente a esta crisis donde nos ha traído la falta de dirección, ese piloto automático del capitalismo que se guía sólo por el lucro económico .
Las CUP venimos desde abajo, y estamos dentro y fuera para cambiarlo todo, porque no tenemos planeta B, porque cuanto más tiempo sigamos con el mismo sistema, más difícil lo tendremos para salir adelante. Hay que volver a poner la política en manos de la ciudadanía, porque si no, desde una sociedad de idiotas gobernada por idiotas, podemos estar seguros que el colapso está asegurado. Si te apuntas a poner la política allá donde toca y a cambiar el rumbo de una vez por todas, nos vemos el 28 votando, y también en las calles.
Pere Vidal - increiblesostenible.org
Regidor de la CUP en el ayuntamiento de Valls.
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